Marzo 30 de 2016

La nutrición infantil es de gran importancia para una sociedad, ya que su impacto influye directamente en el crecimiento, desarrollo cognitivo y estado inmunitario de la población. Una evidencia de ello se refleja en los niños desnutridos, pues su coeficiente intelectual es bajo, tienen un déficit cognitivo que no les permitirá tener un buen rendimiento académico, adicionalmente sufren frecuentemente de infecciones ya que su sistema inmune no es el mismo que el de un niño eutrófico. La población más expuesta a la desnutrición son niños menores de cinco años ya que dependen de otros para poder alimentarse y su crecimiento les exige mayores requerimientos por la etapa en que se encuentran.

La Organización Mundial de Salud (OMS) recomendó usar indicadores antropométricos para determinar el estado nutricional de niños en programas de salud infantil en el mundo. Estos datos tienen diferentes grados de confiabilidad y exactitud debido a las variaciones originadas en el observador, en el sujeto observado y en el instrumento de medición. Es probable que ninguna medida antropométrica sea confiable, precisa y exacta para utilizarla como alternativa de tamizaje del estado nutricional en programas de alta cobertura en niños menores de cinco años. Es por esto que se debe escoger una medida simple la cual minimice las fuentes de error, sea fácil de usar, transportar y sus costos sean accesibles en programas de cobertura nacional.