Informe Contraloría General de la Nación
Lo dijeron los expertos y lo confirmó la Contraloría: ¡Falta rectoría del Estado!
Para que el sistema de salud colombiano funcione como se requiere: con cobertura y calidad, se necesita que sea controlado por el Estado. Hoy parte de sus dineros son desviados a otros sectores por cuenta de la falta de vigilancia. Así lo señaló la Contraloría General en su última revista.
Al Sistema General de Seguridad Social nacional no le faltan recursos para responder por la salud de los colombianos. Hoy por hoy estos recursos ascienden a más o menos 45 billones de pesos, suma suficiente para que pueda ofrecer servicios de salud de calidad a toda la población. El problema del sistema está en que no es controlado, razón por la cual sus recursos se desvían para llenar bolsillos de individuos corruptos y pagar obras de otros sectores.
Así de claro lo señaló la Contraloría General de la República en la última edición de su revista Economía Colombiana (septiembre 2012). El informe lo tituló: 'Sistema Nacional de Salud: inmensamente rico en su miseria'. La publicación hizo una completa radiografía del sector para lo cual contó con la participación de reconocidos expertos, y que concuerdan en algunos aspectos con las recomendaciones del ex ministro de Salud de Chile durante el gobierno de Michelle Bachelet, Álvaro Erazo, y que fue invitado por el Distrito a compartir la experiencia inglesa y analizar el modelo de aseguramiento en salud en Colombia, quien afirmó que: "Los fenómenos de corrupción suceden en todos los escenarios y la única vía para ponerles coto es modernizando el Estado. Entonces, las reformas deben tener estos elementos, si no serán un fracaso. Mi impresión es que para que el sistema —el que sea— funcione en Colombia, requiere de modernización y mayor fiscalización".
Así mismo, Andrew Vallance, director del Grupo Médico Bupa, experto en temas de salud y quien también estuvo invitado por el Distrito a compartir la experiencia inglesa y analizar el modelo de aseguramiento en salud en Colombia, señaló que "el sistema (colombiano) es frágil aunque existe un flujo de dinero importante, y la gente no confía en él".
La falta de confianza en el sistema es una conclusión reiterativa entre los expertos internacionales y nacionales. La Contraloría señaló que hay motivos suficientes para que exista ese sentimiento hacia los diferentes actores del sector. Por un lado, las personas no están viendo el resultado en los servicios de salud que debe ser lo primordial. Las filas enormes para recibir atención, las barreras de acceso y las influencias con las que se mueven los políticos en el sistema son pan de cada día. Por otro, también lo son los escándalos de corrupción. Los recursos de la salud, que son públicos, han sido manipulados y desviados por quienes deben responder por ellos tanto en el sector público como en el privado.
Uno de los hallazgos más preocupantes de la Contraloría es que recursos de la salud provenientes de parafiscales son usados en infraestructura o en otras operaciones que son diferentes a la prestación de los servicios de salud. El desvío de los recursos del sistema ha afectado la solvencia y la liquidez de los actores, con lo cual se están viendo gravemente afectadas las poblaciones más vulnerables.
"En Colombia hay una franja divisoria muy amplia entre los subsidiados y los contributivos, y la salud no se puede estratificar de acuerdo a lo que ganes", manifestó el director del Grupo Médico Bupa.
Las soluciones
Con ese panorama, se requiere un acuerdo político sobre la concepción de la salud como derecho fundamental y en la perspectiva de goce efectivo. "No hay que enfocarse en el negocio, sino en los pacientes. El negocio es que la gente esté saludable para que la economía también lo esté. Es mejor pensar que la salud es sinónimo de desarrollo social y económico", señalaron los expertos.
Por su parte, el llamado de los ciudadanos organizados al Gobierno Nacional es que no ligue la capacidad de pago con los servicios y niveles de atención que da a los colombianos. Si bien la cotización al sistema se hace según capacidad de pago, el acceso debe ser universal y sin obstáculos, situación que se presenta de forma repetida entre los actores que señalan falta de recursos.
Las declaraciones de Erazo, exministro de Salud de Chile, corroboran esta propuesta: "La evidencia ha demostrado que las EPS no están entregando beneficios adecuados a la población de mayor riesgo, que es la que está en un régimen subsidiado y, por lo tanto, hay que mejorar sustancialmente esas entidades".
Según el informe de la Contraloría, en el sistema de salud, las fallas de estimación en la planeación, el desorden administrativo y financiero y la ausencia en el control, generan desventajas, inequidades e incumplimiento en la prestación de los servicios tanto de las EPS como de las IPS.
Dentro de las funciones de un sistema de salud, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), están la provisión de servicios, la generación de recursos, al igual que la financiación y gestión del mismo. Pero en Colombia esta función ha sido difícil de lograr por la desafortunada ausencia de controles que ha permitido el incumplimiento de las leyes. Eso ha conllevado el desvío de los recursos hacia el lucro de algunos actores y la afectación de la atención.
Por ello la Contraloría manifestó su preocupación e insistió en que se requiere que el Estado fiscalice y vele por la atención de las personas.