Acá seguimos
Augusto Galán Sarmiento MD. MPA
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
En enero de 2021 el gobierno nacional presentó el esquema de adquisición de vacunas contra el Covid-19. Cincuenta y nueve millones de dosis distribuidas en 20 millones a través del mecanismo multilateral Covax y por negociaciones bilaterales, 10 millones de Pfizer, 10 millones de Moderna, 10 millones de Astrazeneca y 9 millones de Janssen.
Con ese arsenal se vacunaría a 35 millones de colombianos mayores de 16 años o el 70 por ciento de la población total. No se habló de Sinovac en ese momento. Lo anunciado eran compromisos adquiridos para ser entregados paulatinamente a lo largo del año e inclusive se hablaba de llegar al primer semestre de 2022 antes que se cumplieran los compromisos. La esperanza era que se recibieran lo más rápido posible, para lograr el sueño de la pretendida inmunidad colectiva.
Como fue previsto, la tarea resultó retadora. Sin embargo, se ha logrado inclusive con mayor celeridad de la que se creía al principio. En un entorno mundial insolidario y acaparado en la distribución de vacunas por los países más desarrollados, Colombia ha logrado el arribo de 66,5 millones de dosis de vacunas a 31 de octubre de este año.
Al sumar los biológicos que han llegado hasta esta fecha por mecanismo multilateral y bilateral, y por tipo de vacuna, tenemos hoy en Colombia 20,7 millones de Sinovac -no estaban en el programa inicial presentado en enero e incluyen 6,6 millones que llegaron por mecanismo Covax-; 17,1 millones de Pfizer -48 por ciento más de lo programado inicialmente en acuerdo bilateral más 2,2 millones que se obtuvieron por mecanismo Covax-; 11,8 millones de Moderna -incluyen 3,5 millones de donación de los Estados Unidos-; 11,1 millones de Astrazeneca -incluyen 3,1 millones que arribaron por mecanismo Covax, que a su vez contiene 1 millón de donación desde España-; y 5,8 millones de Janssen -incluyen 2,5 millones de donación de Estados Unidos-.
Este esfuerzo, que no ha sido menor, nos permite tener hoy una cobertura nacional de 60 por ciento de personas con al menos una dosis y 42 por ciento con esquema completo de vacunación. Todavía bastante lejos de la inmunidad colectiva esperada, aunque la pandemia ha disminuido sustancialmente el número de enfermos y fallecidos. En los últimos 28 días hemos mantenido un promedio diario de 1.400 casos y 31 fallecidos, muy por debajo de la media diaria respectiva de 25 mil y 600, que se registró durante varias semanas en el tercer pico pandémico de hace 4 meses.
Con base en la evidencia científica se definió ampliar la vacunación a menores, de manera acertada. La semana pasada se incluyó a los niños entre los 3 y 11 años, y ya se había autorizado para los mayores de 12 hasta 16 años. Con ello se amplió la población objetivo y muy seguramente se aseguró cumplir la meta de inmunidad colectiva por encima del 80 por ciento de la población para así disminuir drásticamente la circulación del virus y su transmisibilidad.
Ahora bien, la realidad es que acá seguimos en pandemia y nos falta aplicar alrededor de 30 millones de dosis más para lograr la inmunidad colectiva esperada, sin contar con las que se necesitarán para los refuerzos a las poblaciones más vulnerables; hoy tenemos 15 millones disponibles.
La situación reciente que han vivido Inglaterra, Israel y en cierta medida Chile, nos demuestra además que a pesar de presentar muy buenas coberturas en vacunación el riesgo de nuevos picos sigue latente y es muy real. Claro, no es la misma condición que hace 20 meses y todos debemos avanzar con nuestras vidas en medio de la convivencia con el virus, como lo están demostrando la mayoría de los países asiáticos que permanecían muy encerrados y con medidas restrictivas para sus poblaciones, las cuales han flexibilizado en las últimas semanas.
Para finalizar, y a pesar de lo que piensen algunos, de la mano de insistir en la vacunación, tenemos que mantener el mantra del uso adecuado del tapabocas, el distanciamiento físico de dos metros y el lavado de manos frecuente. Las declaraciones y decisiones recientes de algunos alcaldes pueden generar la idea errada de tener superada la epidemia. No se puede bajar la guardia en los próximos meses, hemos recorrido el trecho más largo, nos falta poco.