Aceleremos el plan de vacunación contra Covid-19
Augusto Galán Sarmiento MD. MPA
Director del Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud. Exministro de Salud
Estados Unidos tiene acuerdos de adquisición de vacunas contra Covid-19 por 3 mil doscientos millones de dosis y debe vacunar alrededor de 250 millones de ciudadanos para lograr la inmunidad de rebaño. En teoría requiere hasta 500 millones de dosis para inmunizar a su población en esta fase de la pandemia.
No todas las vacunas por las que ha llegado a acuerdos con las compañías farmacéuticas se encuentran disponibles en el mercado, pero si cuenta con 2 mil millones de dosis de aquellas que han sido aprobadas para uso de emergencia por diferentes agencias especializadas. Tiene un gran excedente de acuerdo con los datos oficiales de Unicef y otras entidades multilaterales.
Entre los acuerdos que tiene, cuenta con 400 millones de la única vacuna que se aplica mediante una sola dosis y cumple con el esquema de protección para las personas. Este biológico además requiere una logística sencilla que permite su almacenamiento por prolongados períodos a temperaturas de cualquier refrigerador convencional. Es de las vacunas más económicas disponibles también.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, de esa vacuna aplicada mediante monodosis Colombia ha establecido un acuerdo por 9 millones que se encuentran entre los 71 millones de vacunas por las que ha pactado su adquisición mediante compras directas con las compañías farmacéuticas productoras (51 millones) y con el mecanismo COVAX (20 millones). De los 71 millones totales han llegado a la fecha un poco más de 14 millones y se han aplicado a las personas alrededor de 10 millones. Hemos avanzado, pero nos falta camino por recorrer.
El mecanismo COVAX que se ha propuesto distribuir equitativamente 3 mil millones de vacunas contra Covid-19 en los países de ingresos medios y en especial bajos, ha repartido hasta la fecha 80 millones de dosis a 126 países, lo que representa el 4 por ciento del total de biológicos que se han aplicado en el planeta. Por la inequidad mundial que existe en la producción y distribución de vacunas, el mecanismo COVAX va muy lento y nuestro país no puede fiarse del cumplimiento que este último les dará a sus compromisos.
Colombia necesita acelerar la ejecución del plan de vacunación si quiere cumplir con la meta de 35 millones de personas mayores de 18 años inmunizadas contra Covid-19 al 31 de diciembre de este año. Para ello requiere asegurar una mayor disponibilidad de vacunas y modificar la estrategia logística para la distribución y aplicación de 8,5 millones de dosis mensuales durante los próximos siete meses.
Estados Unidos ha aplicado cerca de 300 millones de dosis a sus ciudadanos al 31 de mayo. De ellas, 11 millones han sido de la vacuna que requiere una sola dosis (como dijimos tiene 400 millones adquiridas) y las demás han sido vacunas con tecnología mRNA de dos dosis. De otra parte, ha manifestado públicamente su intención de compartir sus excedentes de biológicos contra el Covid-19 con los países del mundo y ha expresado su intención de hacerlo prioritariamente con los de América Latina y en particular con Colombia.
Si la conversación con los Estados Unidos sobre este asunto nos permite adquirir once millones de vacunas de una sola dosis, se cubriría el riesgo potencial generado por el eventual incumplimiento del mecanismo COVAX y se aceleraría la implementación del plan de vacunación al disminuir el requerimiento de dos dosis que tendremos con otros biológicos. Así, la meta establecida por el presidente de la República para el 31 de diciembre se tornaría más real.
Con mayor disponibilidad de vacunas, el proceso logístico de distribución y aplicación requiere modificaciones sustanciales ahora que se vienen las etapas 4 y 5 del plan en las que se deberá masificar aún más la vacunación.
Se necesita cambiar el esquema actual para que en todos los municipios con menos de 25 mil habitantes se aplique la vacunación a la población mayor de 18 años, masivamente y sin agendamiento, como se hizo en Amazonas y en San Andrés y Providencia. En los grandes conglomerados urbanos se debería evolucionar a un esquema combinado en el que se amplíe el acceso a la vacuna con agendamiento previo realizado por los propios ciudadanos que escojan el sitio y la hora de su vacunación, en un proceso semejante al utilizado en un día electoral, como ya lo mencionamos en un artículo anterior.
Es clave la contribución del sector privado, como articulador logístico que facilite el proceso de vacunación, proporcione recursos, no solo financieros sino también materiales como espacios, equipos, entre otros, para lograr la vacunación masiva a través de esos esquemas propuestos en el párrafo anterior.