Aciertos, dudas y ausencias

Mayo 27 de 2021

Augusto Galán Sarmiento MD. MPA

Director del Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud. Exministro de Salud

 

Se archivó el proyecto de reforma al sistema de salud que, con el aval del gobierno nacional, transitaba en el Congreso desde hace algo más de dos años. Su trámite fue tormentoso desde el principio y no tuvo gran apoyo; al contrario, generó contradicciones.

Tuvo varias versiones. En la legislatura de 2019 se presentó, se archivó con mínima discusión y se volvió a radicar en la del 2020 con el respaldo de parlamentarios de varias bancadas de los partidos políticos, el ingreso de Cambio Radical al gabinete con la misión del ministro Ruiz para su trámite y el mensaje de urgencia del gobierno nacional. Para diciembre del año pasado hubo una ponencia sustitutiva que nunca se debatió.

En marzo de este año y luego de escuchar a múltiples actores del sector salud, los parlamentarios ponentes radicaron una versión sustitutiva nuevamente con mensaje de urgencia por parte del gobierno nacional. El proyecto de ley 10/2020 se mediatizó entre pugnacidades, las redes sociales lo convirtieron en pasto fértil para la desinformación y las noticias falsas, el paro nacional lo arropó como una de sus banderas para atacar y solicitar su eliminación, las bancadas políticas le fueron retirando su apoyo y terminó lánguidamente archivado la semana pasada casi que en secreto.

Su última versión tenía aciertos, generaba algunas dudas y le faltaban temas que se requieren.

Para destacar de los aciertos, i) la interoperabilidad e incorporación de tecnologías digitales para que mejore la gestión de los datos, haya más transparencia y se definan políticas públicas basadas en mayor evidencia. ii) Los avances en talento humano para la salud, aunque tenemos claro que ellos deben ir de la mano de la implementación de la Política Nacional sobre la materia en cuanto a la pertinencia en la formación de los trabajadores que el sistema requiere, la distribución equitativa del talento humano en el territorio y el mejoramiento de las condiciones laborales de todos los trabajadores. iii) La seguridad sanitaria nacional, para recuperar autonomía e independencia en vacunas y medicamentos. iv) El Modelo de Atención en Salud, con enfoque de salud familiar y comunitaria basado en la Atención Primaria (APS) renovada. v) El énfasis en Salud Pública y en el trabajo intersectorial porque los determinantes sociales muestran que la salud va más allá de la organización de su prestación de servicios.  

En cuanto a las dudas. i) Las nuevas fuentes de financiación que no las planteaba claramente el proyecto y son necesarias ante renovadas responsabilidades. ii) El fortalecimiento de la gobernanza con mayor participación ciudadana y de los agentes del sector que se evidencia necesario ante el incremento en las responsabilidades que se le asignaban al ministerio. iii) Mayores hechos y resultados en la Inspección Vigilancia y Control porque nos mantenemos estancados en anuncios que se quedan descritos en las leyes. iv) El concepto de aseguramiento y su gestión integral de riesgos que quedaba en la incertidumbre y parecía migrar a un modelo de administración pues al asegurador se le definían el modelo de atención, las redes con las que debe trabajar y las modalidades de contratación que manejaría. v) La regionalización porque no era claro la forma en que se establecería y si se creaban nuevas estructuras político-administrativas.

En relación con las ausencias. i) No mencionaba nada de la descentralización y la gobernanza requerida con la revisión de competencias de las entidades territoriales en materia de salud. ii) En materia de Investigación, Ciencia y Tecnología el proyecto de ley no traía propuestas. iii) El sector requiere de una política nacional de oferta de infraestructura y tecnología digital que el proyecto no presentaba. iv) De igual manera, en materia de talento humano en salud, la iniciativa parlamentaria no profundizaba en la formación para la salud pública, comunitaria y la Atención Primaria en Salud, en especial sobre los equipos multidisciplinarios requeridos y los gestores comunitarios. v) La iniciativa parlamentaria no planteaba la inserción del país en las deliberaciones sobre Salud Global y reestructuración de los organismos multilateral que deben gobernar la salud pública en el mundo.

La caída de este proyecto de ley no frustra el desarrollo del sistema de salud; la reglamentación de leyes existentes permitirá avanzar. Hacia el futuro se deberá discutir y concertar los cambios que lo fortalezcan; habrá momentos más oportunos para ello; es importante que se construyan los consensos previos para los ajustes y reformas que se necesitan.