Editorial: los estatizados
Augusto Galán Sarmiento MD. MPA
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
Los sistemas de salud estatizados, como son los que operan en la mayoría de los países anglosajones, y en otros, como España y Costa Rica, mantienen una constante tensión por las largas listas de espera para que los usuarios y pacientes reciban las atenciones a tiempo.
Hace varios meses, relatamos desde esta columna la situación delicada por la que atraviesa el sistema de salud inglés. Decíamos en ese escrito de julio de 2023 que “The Royal College of Emergency Medicine, estima que 23.000 personas fallecieron durante 2022 como consecuencia directa de haber tenido que esperar demasiado tiempo en un servicio de urgencia. Así mismo, la Association of Ambulance Chief Executive presenta que 57.000 pacientes estuvieron en riesgo en diciembre pasado por los retrasos de los equipos de ambulancia; 6.000 de ellos estuvieron expuestos a “severo daño” por esa razón.” En el mismo artículo señalábamos que el déficit de médicos se estimaba en 8.500 y de profesionales de enfermería en 40.000.
En España, en donde se precian con razón de que su sistema de salud es uno de los elementos esenciales de la cohesión social, hoy ven a ésta en riesgo por las largas listas de espera para recibir atenciones quirúrgicas, consultas especializadas y lecturas de procedimientos diagnósticos. De acuerdo con medios españoles basados en fuentes oficiales, a finales de diciembre había casi 850.000 pacientes en espera de una intervención quirúrgica y el tiempo de espera promedio había subido a 128 días. Lo más grave es que 206.000 pacientes tenían más de 6 meses de estar en la lista. Citas con especialista igual, con promedio de aguardo de 101 días en el segundo semestre de 2023, cuando en el primero se encontraba en 87 días.
El común denominador de estos sistemas de salud es que han sido desfinanciados por razones de política nacional. Los ingleses, desde un incremento del 6,7 por ciento anual al presupuesto en salud durante la primera década de este siglo, a 1,1-1,7 por ciento hasta hace cuatro años. Por su parte en España, la crisis de 2008 hizo disminuir el presupuesto para salud, que algo se ha recuperado.
En Costa Rica, un país con algo más de 5 millones de habitantes y una extensión territorial menor al departamento de Antioquia, tiene un sistema de salud estatizado, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Es un modelo admirado por directivos actuales del Ministerio de Salud colombiano. Lo consideran uno de los ejemplos a seguir.
En un informe de la CCSS a la Defensoría del Habitante en septiembre 2023, se muestran promedios de días de espera que son verdaderamente impactante. Para cirugía programada: 478 días y 175 mil represadas. Para consulta de medicina: 254 días y 86 mil represadas. Para consulta de cirugía: 511 días y 152 mil represadas. Para consulta gineco-obstétrica: 249 días y 19 mil represadas. Para consulta de pediatría: 134 días y 16 mil represadas. Para consulta de psiquiatría: 191 días y 12 mil represadas. En cuanto a procedimientos médicos ambulatorios (exámenes de cardiología, fisiatría, gastroenterología, gineco-obstetricia, etc) el promedio de espera es de 159 días y tienen un represamiento de 602 mil pacientes en lista.
Al compararse con Colombia, Costa Rica cuenta para salud con un 30 por ciento más de gasto per cápita, España con el doble e Inglaterra tres y media veces más. Además, poseen un servicio civil más sólido y menos clientelizado. Eso sí, se evidencia que la actividad asistencial se incrementa en todos los países. La demanda de servicios de salud desborda los presupuestos.
Repitamos que tampoco hay que salir del país para encontrar el modelo en salud que el gobierno nacional quiere imponerle. Tenemos el Fondo de Salud del Magisterio (FOMAG) que es esencialmente el modelo que propuso la reforma planteada por la exministra Corcho y que se mantuvo básicamente igual hasta que se hundió en el Congreso. Como ya hemos dicho, es muy semejante a los sistemas de salud de esos países que hemos reseñado. La denominada reforma que propusieron para el FOMAG no es tal.
Nota: Mientras se terminaba este escrito, sucede en todo el país la marcha ciudadana del 21 de abril. Un mensaje claro y contundente por el respeto a la institucionalidad democrática y a la separación de los poderes públicos; y en el caso específico del sector salud, como lo hemos señalado con los usuarios y pacientes, un mensaje de responsabilidad para no acabar lo construido en 30 años y rechazar que la salud sea considerada como un juego de ensayo y error.