El Plan Decenal de Salud Pública
Augusto Galán Sarmiento MD. MPA
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
Algo que ha mostrado esta pandemia es que la extensión de la infección por Covid-19 se presenta de cierto modo secuencial. La falta de control total sobre el virus, unida a la paulatina apertura de los países, a la aparición de variantes y a la movilidad poblacional que se ha incrementado, conducen a que debamos estar muy alertas de lo que ocurre en otras regiones, porque eventualmente nos sucederá en la nuestra.
En el editorial pasado mencionábamos los casos de Inglaterra e Israel, a los que podemos sumar esta semana los de Alemania y otros países europeos, que han visto incrementar las infecciones y el número de fallecidos por Covid 19 a pesar de tener muy buenas tasas de cobertura en la vacunación.
Sobre el caso colombiano dijimos que en los 28 primeros días de octubre la tendencia y los promedios de casos y muertos por esta condición se mantenían muy estables, en niveles bajos. Sin embargo, en los primeros siete días de noviembre los datos han variado y se evidencia un incremento en ambas cifras, que todavía está lejos de ser crítico, pero que despierta las alarmas ante la posibilidad que el cuarto pico se esté desencadenando, en un entorno además de lluvias intensas que coincide con el segundo pico respiratorio que se presenta tradicionalmente cada año en nuestro territorio e incrementa riesgos.
Hay señales para ser optimistas con el plan de vacunación, de tal forma que en las próximas semanas se profundice en él y debemos confiar en que la población haya aprendido de las experiencias de los dos últimos picos por Covid 19 y las medidas de bioseguridad se apliquen con rigor y disciplina, así como el seguimiento y control que deben hacer las autoridades y las entidades del sector salud con más detección, aislamiento y reporte de casos.
Todo esto sucede cuando nos encontramos en las discusiones sobre la renovación del Plan Decenal de Salud Pública que definirá sus objetivos y estrategias hasta el año 2031. Es claro que la pandemia nos evidenció las debilidades que tenemos aún en el país y en el sector en asuntos de equidad, bienestar integral y salud pública, sin desconocer los logros que nuestro sistema de salud ha alcanzado en materia de aseguramiento en salud y protección financiera ante los riesgos de enfermar.
Mayor y mejor planeación, seguimiento y control; desarrollar la salud rural con equidad y basados en una atención primaria renovada; fortalecer la gobernanza de las instituciones que incluya la concreción de la intersectorial en la salud; educar de manera pertinente y distribuir en condiciones laborales dignas el talento humano requerido; vigorizar la investigación y el desarrollo de ciencia y tecnología; y asegurar la sostenibilidad y sustentabilidad de todo lo anterior, son elementos clave que debe contener ese Plan para lograr mayor salud y bienestar de la población.
Pero un elemento estratégico, del que casi no se habla, tiene que ver con la visión de Salud Global que debe incluirse en el Plan. La necesidad de Una Sola Salud, con la internacionalización de la Salud que incluya la transnacionalidad, y con la inserción de nuestro país en los debates que sobre estas materias se necesitan atender para preparar a nuestras naciones y al mundo ante futuras pandemias, debe tener claramente un espacio en este futuro Plan Decenal de Salud Pública.
Hace unos meses decíamos en estas páginas que “La salud global requiere perfeccionar la gobernanza de los sistemas de salud a nivel nacional pero también regional y mundial. Se necesita la interrelación de esos espacios en forma más coordinada con competencias y responsabilidades mejor definidas ante las realidades que existen. La OMS y sus filiales regionales necesitan evolucionar para convertirse en organismos más efectivos que tengan mejor respuesta ante las realidades del mundo actual y el que vendrá”.
La pandemia nos demostró nuestras falencias en muchos aspectos del desarrollo social y económico del país y también en las que tienen las organizaciones internacionales que atienden los temas de salud. El Plan Decenal de Salud Pública es un inmensa oportunidad para que establezcamos una ruta nacional que responda a todos los aprendizajes que se han tenido durante esta y otras pandemias, y Colombia, desde el Ministerio de Salud, requiere además instaurar una política de Salud Global basada en derechos y en Una Sola Salud, que influya en la región y por qué no, en el planeta.