El sector privado y la vacunación
Augusto Galán Sarmiento MD. MPA
Director del Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud. Exministro de Salud
En la vacunación contra la Covid-19 encontramos naciones en Latinoamérica como Chile, Argentina y Brasil, que iniciaron el proceso a finales del año pasado, mientras otras como Colombia y Uruguay lo hicieron hace un par de meses o menos. ¿Cómo les ha ido a los países en sus correspondientes primeros dos meses de aplicación de los biológicos?
En ese lapso Colombia llega al 7 por ciento de su población cubierta con al menos una dosis aplicada. Chile en su momento cubría al 16,72; República Dominicana al 10,1; Panamá al 6,9; Brasil al 5,6; Perú al 3,11; Argentina al 2,2; Costa Rica al 2,0; México al 1,47. Los demás países de la región se han encontrado por debajo de este último al cumplir los primeros sesenta días de inmunización. Una mención aparte es la de Uruguay que ha cubierto al 29,49 por ciento de su población en mes y medio.
Nuestro país no lo ha hecho mal, pero podría hacerlo mejor en los siguientes meses. Ya hemos mencionado que todo este asunto del manejo del Covid-19 es una maratón y no una carrera de cien metros y que el cuello de botella mayor de la inmunización se encuentra en la producción mundial junto a la distribución equitativa de la vacuna.
Han surgido planteamientos desde este Centro de Pensamiento con el propósito de acelerar el proceso en Colombia. Las sugerencias han surgido como producto de mesas de trabajo con expertos y responsables en las regiones, así como de reuniones con líderes sociales de diversos territorios. Esas sugerencias tienen que ver con mejorar la distribución de vacunas en los territorios; contar con más recurso humano para los momentos de mayor afluencia de población a vacunar; mejorar las bases de datos de las EPS para el agendamiento de las personas y acompañar desde el sector privado a los territorios para apoyarlos en aspectos de gobernanza y capacidad logística que requieren para una efectiva distribución de la vacuna.
Por su parte algunos industriales han expresado su voluntad de contribuir al Plan Nacional de Vacunación mediante la compra, distribución y aplicación de vacunas para sus empleados y familiares.
Otros empresarios han manifestado que cualquier decisión al respecto debe ir enmarcada en los principios que orientan al Plan, así como en la priorización de las poblaciones que se vacunan, todo lo cual está definido por el Gobierno Nacional como líder de la estrategia de salud pública que guía el proceso. Además, señalan que desde el sector privado un gran aporte al proceso de inmunización ante el COVID-19 está particularmente asociado a facilitar la logística en torno a la disponibilidad de las vacunas, y fortalecer las redes de distribución donde más se necesite y en coordinación con las autoridades nacionales y locales”.
Hace un mes se recibió con gran expectativa el anuncio realizado por el señor presidente Duque sobre la reactivación de la producción de vacunas humanas en el país. Días después un grupo de exministros de salud, académicos y líderes del sector le remitimos una comunicación en la cual le manifestamos que ese propósito requiere una estrategia integral de desarrollo en Ciencia y Tecnología que responda a la necesidad de instaurar una política de seguridad sanitaria y farmacéutica relacionada con los requerimientos epidemiológicos de Colombia ante los retos que causan las enfermedades transmisibles y las crónicas no transmisibles. Para avanzar es fundamental consolidar alianzas entre el gobierno colombiano en diferentes niveles, con el sector privado, la academia y eventualmente con otros países de la región o del hemisferio.
Colombia debe estar inserta en la cadena de investigación, desarrollo y producción de innovación, ciencia y tecnología, así como en la de manufactura y producción de vacunas humanas, para lo cual la participación del sector privado es vital y es donde más valor agregado puede generar ante los retos presentes y futuros de esta y otras pandemias.
Como se pidió en la comunicación al presidente Duque, mantenemos la expectativa sobre la convocatoria a una mesa de trabajo liderada por el Ministerio de Salud y Protección Social, con participación de otras entidades del Estado, representantes de la industria nacional, la academia y la sociedad civil especializada, con el propósito que se avance en estos asuntos y los sectores industrial y empresarial del país se inserten en la cadena de desarrollo y producción de estas vacunas y otras futuras.