Héroes o humanos

Junio 17 de 2021

Augusto Galán Sarmiento MD.MPA

Director del Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud. Exministro de Salud

 

Doscientos ochenta y cinco trabajadores de la salud han fallecido entre los cerca de sesenta mil que han sido diagnosticados con Covid-19 en Colombia. Es una cifra significativa, aunque en el marco de los resultados generales que ha producido la epidemia en el país, algunos consideraran que el personal del sector se ha cuidado bastante bien, si se tiene en cuenta el trabajo continuo, así como el riesgo permanente y de mayor nivel que enfrenta día por día, al combatir desde la primera línea la agresividad del virus.

Muchos medios de comunicación han exaltado la labor que médicos, enfermeras, terapistas, tecnólogos y demás personal han realizado durante esta pandemia; sin duda un reconocimiento merecido. Los testimonios han sido impactantes sobre estos profesionales y trabajadores que han preferido muchas veces sacrificar su tranquilidad y hasta arriesgar su seguridad personal por contribuir al bienestar de sus pacientes.

Los titulares de esos medios de comunicación han hablado de heroísmo, un término que evidencia la realización de actos excepcionales que nacen de la manera de pensar, sentir u obrar que tienen los héroes; la grandeza del alma se encuentra inmersa en el reconocimiento que se aplica por la acción que realizan esas personas. Visto de esta manera puede haber muchos actos de heroísmo en la labor que desarrollan los trabajadores de la salud, pero no solo de manera excepcional en medio de una pandemia, sino también y más, en la cotidianidad de su vida laboral.

El entrenamiento de los trabajadores de la salud se halla establecido para que desarrollen habilidades individuales, voluntad de sacrificio y estoicismo ante las situaciones adversas. Así, este entrenamiento capacita para realizar los diagnósticos acertados, establecer tratamientos pertinentes y de calidad, soportar largas jornadas de trabajo con duplicación de turnos en unidades de cuidado intensivo y servicios de urgencias o atender prolongadas y complejas cirugías; sin contar la sobredemanda que se encuentra muchas veces en servicios de consulta externa y en la atención domiciliaria. También se encuentran aquellos que entregan horas o días adicionales de trabajo a las jornadas normales para las cuales han sido contratados y realizan acciones en barrios populares o en zonas rurales distantes con sacrificios de su descanso y de sus vidas familiares, para llevar servicios a personas y comunidades que normalmente no los tienen.

Tal vez por eso no se consideran aludidos cuando escuchan esas expresiones de héroes y heroísmo por su labor, ahora en los tiempos de la pandemia. Su vida cotidiana es la descrita; fueron entrenados para entregar sus habilidades individuales, su voluntad de sacrificio y su estoicismo ante las adversidades; lo cual no significa que su labor deje de ser excesiva, demandante y estresante.

Esos atributos que se reafirman con la formación y el entrenamiento pueden ser contraproducentes para el mejor desempeño de los sistemas de salud. El individualismo se puede contraponer al trabajo colaborativo en equipo para mayor excelencia en los resultados; el sacrificio de trabajadores del sector puede reafirmar la indiferencia de muchos decisores administrativos y de política pública para introducir los cambios que permitan mejorar la operación y la atención en salud; el estoicismo puede conducir a la acumulación emocional, el estrés, la frustración y el desfallecimiento por agotamiento.

Esas jornadas laborales descritas tienen el potencial de generar riesgos, tanto para los trabajadores de la salud como para los pacientes. Riesgos que se incrementan en momentos aún más demandantes como los actuales en los que los servicios se hallan saturados y las decisiones médicas y técnicas se ven superadas por consideraciones éticas ante las limitaciones de entregar atenciones con la calidad que están acostumbrados y para la cual fueron formados.

Revistas médicas especializadas como JAMA, British Medical Journal y otras han editorializado y han reseñado estos asuntos. De igual manera, asociaciones médicas internacionales y nacionales han enfatizado de tiempo atrás la necesidad de consolidar una cultura de humanismo y no de heroísmo en la labor que desempeñan los trabajadores de la salud.

Las habilidades individuales, el sacrificio en el servicio y el estoicismo son cualidades que muestran grandeza y nobleza de miles de trabajadores sanitarios dedicados al bienestar de los demás. Pero se requiere establecer las condiciones que permitan contar con el personal necesario, los horarios adecuados, el trabajo en equipo, la intensidad razonable, la distribución equitativa y los salarios justos. La pandemia nos demostró que existen héroes en el sector, pero también nos reafirmó mucho más la necesidad de humanizar las circunstancias en las cuales los trabajadores de la salud desempeñan su labor cotidianamente.