Punto final, ¡ojalá!
Hace diez años, el gobierno nacional declaró la Emergencia Social producto de la crisis financiera del sector salud, por las deudas que se habían represado. Sucedió debido a los recobros por las solicitudes exigidas en los comités técnico-científicos y las tutelas, sobre nuevas tecnologías no incluidas en el plan obligatorio de salud (POS).
La Corte Constitucional declaró inexequibles los decretos que fueron expedidos al amparo de la emergencia, pero en una decisión que nunca fue bien explicada, salvó los artículos que incorporaban nuevos recursos financieros para corregir la crisis.
Se consiguió el dinero pero no se introdujeron los correctivos en la gestión para que se evitara la acumulación de un nuevo aprieto financiero para el sector. La Ley Estatutaria cambió la lista positiva de inclusiones del plan obligatorio de salud, por una negativa de exclusiones y un paquete integral de servicios del plan de beneficios en salud (PBS), además que le dio rango de ley a la autonomía médica.
No se ha establecido plenamente el proceso administrativo para que se gestione de manera adecuada la inclusión y los pagos de nuevas tecnologías en salud que no están financiadas con los recursos públicos de la unidad de pago por capitación.
El sector ha venido acumulando a lo largo de los años una deuda estimada por la ADRES en 7,4 billones de pesos. El presente gobierno encontró recursos para el pago de esa deuda; gran esfuerzo. Primera parte del acuerdo de punto final que contiene tres pilares para que la situación no se repita.
También se requerirá encontrar nuevos recursos y la expectativa mayor queda en el pilar sobre las medidas de mayor eficiencia planteada por el gobierno: política farmacéutica fortalecida; matriz de priorización de tecnologías en salud; progresividad de la incorporación de nuevas tecnologías; compras o negociaciones centralizadas; sistema de gestión de incapacidades; giro directo; nuevas medidas de gestión y pago de lo No PBS; centros de referencia de enfermedades huérfanas; promoción del uso de tecnologías que agreguen valor.
La sostenibilidad del sistema de salud depende de que esas medidas se adopten de manera objetiva y técnica, y sean respetadas por todos los actores del sector. De lo contrario en unos años volveremos a lo mismo.
Augusto Galán Sarmiento. MD. MPA
Director del Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud, Ex ministro de Salud