¿Cómo el estrés afecta nuestra salud física y mental?
Ingrid Rivera Rubio
Psicóloga, Analista de Investigaciones
Cuando nuestro organismo se activa ante situaciones estresantes, se pueden evidenciar cambios fisiológicos dentro de los cuales se destacan: una rápida movilización de energía que permanece almacenada de tal modo que la glucosa y las grasas salen de las células y se dirigen hacia la musculatura, también se evidencia un incremento en la frecuencia cardiaca y respiratoria, paralización en la digestión, disminución del impulso sexual, inhibición de la actividad del sistema inmune, además, si la situación estresante permanece constante se produce una reacción analgésica al dolor de tal forma que se perturbada la capacidad de percibir estimulaciones nocivas para nuestra salud. Estos y muchos cambios más preparan al organismo para enfrentarse ante situaciones de emergencia en las cuales se requiere que las personas movilicen todos sus recursos para afrontar en las mejores condiciones posibles dicha situación.
Sin embargo, como lo menciona Vásquez (2018) aunque la respuesta del estrés puede ser en algunos momentos adaptativa, se ha constatado que si dicha respuesta se prolonga y mantiene por largos periodos de tiempo, el organismo termina siendo dañado. Por lo tanto, si el organismo se activa en repetidas ocasiones ante situaciones estresantes o no se desactiva cuando esos sucesos han finalizado, es probable que las personas desarrollen algunas enfermedades asociadas al estrés. En ese sentido, cabe aclarar que el estrés aumenta el riesgo que el organismo contraiga distintos tipos de enfermedad más no que sea el factor causal de las mismas, al contrario, acelera el proceso patológico.
Es importante mencionar que a partir de los estilos de vida que tienen las personas, (la actividad física, llevar una alimentación equilibrada, el consumo de tabaco y alcohol) pueden influir en la mortalidad y morbilidad a causa del estrés.
A continuación, se muestran algunos trastornos potencialmente asociados al estrés:
Manual de psicología de la salud (3a. ed.)
Adicionalmente teniendo en cuenta la teoría de Selye quien definió el estrés como “la respuesta no específica del cuerpo a cualquier demanda que sobre él se ejerce”. Lo característico del estrés es el esfuerzo adaptativo frente a un problema y la reacción inespecífica. A continuación, se relacionan una serie de síntomas que pueden manifestarse en las personas cuando pasando por una etapa de sobrecarga profesional, académica o personal, entre ellos están:
Ø Síntomas conductuales: dificultades para dormir, para iniciar o finalizar actividades diarias de trabajo o estudio, temblores, inquietud, cambios en los hábitos alimenticios, tabaco o alcohol.
Ø Síntomas emocionales: irritabilidad, desasosiego, preocupación constante, depresión, incapacidad para relajarse, tensión.
Ø Síntomas cognitivos: pensamientos catastrofistas y ansiógenos, dificultad para concentrarse y recordar acontecimientos, sentirse cansado, abrumado o mentalmente agotado.
Ø Síntomas psicofisiológicos: sudoración excesiva, cefalea tensional, sensación de sofoco y mareo, músculos tensos o rígidos, dolor de estómago, náuseas, estreñimiento, necesidad de orinar, perdida o ganancia de peso, fatiga, pérdida de interés en el sexo, temblores, conciencia de los latidos del corazón, diarrea.
A continuación se presentan algunas recomendaciones por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC para ser resilientes y sobrellevar el estrés:
· Contacte a sus colegas, docentes y empleadores y discutan los siguientes puntos:
- Identifique qué cosas le están causando estrés y trabajen juntos para encontrar soluciones.
- Mantenga conversaciones francas con los sindicatos y comenten acerca de la forma en la que la pandemia está afectando sus diferentes áreas de vida ya sea laboral, personal o académica. Es importante que todos indiquen claramente sus expectativas.
- Consulte cómo puede acceder a recursos de salud mental en su lugar de trabajo o estudio
· Identifique aspectos y situaciones sobre las cuales no tiene el control y trate de hacer lo mejor que pueda con los recursos que tiene a su disposición
· En lo posible, trate de mantener una rutina diaria con el fin de que sienta una sensación de control
- Mantenga un horario establecido para descansar
- Realice pausas activas en sus jornadas laborales o académicas como hacer estiramientos, conversar con sus compañeros de trabajo, estudio o familiares
- Pase tiempo al aire libre
- Si está en teletrabajo, programa un horario para finalizar su jornada laboral siempre que le sea posible
- Use técnicas de meditación y concentración (mindfulness)
- Fuera del horario laboral, haga cosas que le resulten placenteras y las disfrute
· Respecto a la Covid-19:
- Procure estar informado de fuentes oficiales y confiables acerca de cómo protegerse y proteger a los demás.
- Compartir información precisa y verídica con las personas de su entorno puede reducir el estrés, lo cual le permitirá conectarse con los demás.
- Recuerde que todos tenemos una responsabilidad colectiva para combatir esta pandemia, por esto es importante, tener muy en cuenta lo que se dice y se piensa
- Tome descansos y opte por dejar de mirar, leer o escuchar noticias (incluyendo las redes sociales). Escuchar hablar de la pandemia todo el tiempo puede ser abrumador y mentalmente agotador
- Busque formas seguras de ofrecer apoyo social a otras personas, especialmente si muestran señales de estrés, como depresión y ansiedad.
Fuentes:
Vázquez, I. (2018). Manual de psicología de la salud (3a. ed.) Cap. 3. El papel del estrés en el desarrollo de la enfermedad. Difusora Larousse - Ediciones Pirámide.
CDC. (2021). Lugares de trabajo y empresas. Enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) | CDC